La Wiki de Gestión Cultural
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Por Colectivo 7 Hornallas[]


Hacer, porque es la única manera que conocemos de crecer y cambiar. Hacer, caminos, amigos, contactos, nexos, uniones, experimentos. Hicimos, tropezamos, aprendimos, encontramos y nos sorprendimos. Por eso volvemos cada año.


Nos juntamos un día en el Parque Sarmiento a tomar un helado después de clases y ahí, tiradas en el pasto decidimos que iba a estar bueno trabajar juntas y así lo hicimos. Todas mujeres, provenientes de distintas carreras, de distintas visiones. El eclecticismo del grupo sirvió para que cada una pudiera encontrar su lugar y trabajar desde ahí, cómoda.

Hicieron falta algunos intentos fallidos de gestionar para terceros para que nos diéramos cuenta de que el camino estaba en generar algo propio. “Una feria de arte joven, eso haría falta en Córdoba”, dijo Victoria. Ése fue el puntapié inicial que, en un tiempo muy pero muy corto, nos impulsó a trabajar en el primer Mercado Negro. La premisa fue “aprovechemos lo que tenemos” y así empezamos a movernos para conseguir el lugar, los artistas, la comida, el propalador, los sponsors.

“¿Y cómo se va a llamar?” Lluvia de idea de por medio, surgieron varias alternativas, entre ellas “Mercado Negro” propuesta por la India y, que en un primer momento, sólo procuró reservas y peros por parte de al menos la mitad de nosotras. “Confíen es mí, es un golazo”, nos dijo y parece que nos convenció.

Así que largamos en el la zona del Abasto, en un espacio prestado, en un barrio periférico, de una ciudad periférica, de un país periférico. Con esta lógica, sólo quedaba que fuéramos una verdadera feria de barrio, con cajones, viruta, propalador y calor humano. Que la gente pudiera comprar una obra de arte como regalo de navidad, eso queríamos y así fue. Por eso lo hicimos en diciembre muy cerca de las fiestas. Eso fue en el 2006.

¡Cómo pasa el tiempo, che! Pensar que vamos hacia la cuarta edición.

Recapitulando, en el 2006, contamos con la participación de catorce artistas cordobeses y la feria tuvo una duración de cuatro días. En el 2007, fueron treinta y dos los artistas convocados y nos mudamos al centro de la ciudad de Córdoba. En esta edición, la feria también duró cuatro días. En el 2008, la Mercado Negro duplicó la cantidad de artistas participantes, en esta oportunidad sesenta; y la convocatoria fue nacional. Aprovechando que se traía gente de afuera, gracias a una beca del Fondo Nacional de las Artes; la feria se realizó de viernes a domingo, en dos fines de semana (del 12 al 14 y del 19 a 21 de diciembre). Durante los cuatro días intermedios (del 15 al 18 de diciembre), se desarrollaron en otros espacios: debates, clínicas, charlas, etc., que permitieron cruces, hacer red. La idea fue aprovechar a la gente que venía con una mirada de afuera, a los artistas de acá, al caudal de público interesado en las temáticas propuestas; conectarlos con los espacios de Córdoba relacionados al arte y la cultura. Un interesante paquete de diez días que uniera difusión y venta de arte joven con reflexión, debate, aprendizaje.

Para la edición 2009 proyectamos contar nuevamente a 60 artistas, seleccionados a través de una convocatoria nacional, conservar los espacios de reflexión a través de charlas, clínicas, debates y talleres; presentar otras disciplinas artísticas como música, teatro, danza y literatura entre otros; que se sumarán a la venta de obras de arte, como en los años anteriores. Sin embargo, este año vamos a cambiar la fecha de Mercado Negro. La experiencia de las tres ediciones anteriores, nos llevó a darnos cuenta de que diciembre es un mes complicado, en el que todo el mundo anda loco, lleno de eventos y obligaciones de fin de año; por eso decidimos sacrificar la idea del regalo de navidad y probar con noviembre. Hicimos una búsqueda en el calendario teniendo en cuenta la mayor cantidad de criterios posibles, descubrimos que existen días de festejo de cuestiones medioambientales que ni imaginábamos como por ejemplo Día Mundial de los Humedales, ¿alguien lo festejará?

Haciendo memoria, las complicaciones existieron para todas las ediciones de Mercado Negro, la escasez de recursos siempre nos rompió el coco, las diferencias de criterios entre nosotras nunca faltaron; los tiempos siempre fueron tiranos más allá de que nos esforzáramos en planificar con tiempo. Hasta ahora siempre empezamos a trabajar en la feria desde el momento en que termina la edición anterior, al principio tranqui, reflexionando, debatiendo, evaluando, proyectando; al final como locas!, corriendo, ajustando, concretando. ¿Cómo llegamos? dividiendo tareas, por afinidad de cada una o por necesidad del grupo, pero también por las relaciones humanas que fuimos cultivando fuera de 7 Hornallas, que nos abrieron puertas y nos permitieron lograr lo que buscábamos. En el camino descubrimos que hay gente que se interesa en lo que hacemos mucho más de lo que nos imaginábamos, que hay personas que quieren ayudar desinteresadamente, que un sponsor, además de dinero, puede ofrecer otras cosas muy necesarias para el proyecto.

La dificultad más grande con que nos topamos fue siempre la del espacio, porque con cada edición duplicamos la cantidad de artistas, porque 60 artistas necesitan mucho espacio, porque nunca estamos en condiciones de alquiler un salón de eventos, ni es lo que queremos. Sin embargo, finalmente siempre logramos tener lugares que nos hacen muy felices, cada uno con lo suyo, bueno y malo, como todo. Nos gusta pensar que hay una gestión de Teresa desde el más allá que nos ayuda a poner las cosas en su lugar. Ya contaremos sobre Teresa en otra oportunidad.

Con respecto a los artistas la cosa es muy clara, queremos mimarlos, nos esforzamos para que puedan tener todo resuelto, para que puedan concentrarse en la obra. ‘Las hornallas nos encargamos de todo’, el espacio, la ambientación, la comunicación, la prensa, el montaje (conjunto), el cobro, los ‘plus’. Algunos nos dicen que los artistas no están acostumbrados a tanto mimo y quizás esa sea la razón de que podamos seguir trabajando juntos año a año. Lo hacemos porque es la única forma que concebimos de hacerlo.

El tema del público nos genera debates desde el principio, ¿para quién producimos?, ¿quién queremos que venga a Mercado Negro? Tenemos más que claro que queremos llegar a las personas del medio porque son, en cierta forma, las que nos legitiman; pero también queremos llegar a otra gente, a esas personas que habitualmente no vistan galerías, que no van a museos. Entonces, el tema es ¿queremos que venga el kiosquero de mi cuadra, la vecina del 6º B, el mecánico de la vuelta? Por qué no. Aunque en realidad somos menos ambiciosas y nos contentamos con que nuestros propios familiares o amigos, que habitualmente no tienen este tipo de consumos, se den una vueltita. Pensamos que el logro está en la sorpresa, en la sorpresa de toparse con algo que no se espera, y ojo, que esta sorpresa no tiene que ser necesariamente positiva. Con la feria buscamos provocar algo en la gente, algo que lo haga pensar, que le haga ruido en la cabeza.

El tema que entra en juego acá es el del imaginario social de lo cultural, relacionado a las bellas artes, que lamentablemente, en pleno siglo veintiuno; sigue perteneciendo a las élites. Está fuertemente afianzada la idea de que se debe contar con determinadas competencias para poder apreciar una obra de arte. Lo paradójico es que hay otros consumos culturales, como el fútbol o el cine, por los que uno no se pregunta si necesita determinadas competencias, más allá de que para ambos ciertos conocimientos específicos también son necesarios. En este sentido, es iluminadora la visión de la socióloga Sarah Thornton que, en una nota del diario La Nación, comenta con respecto al arte contemporáneo: “uno lo siente, a veces, en los huesos. El arte no es ciencia. Explora el mundo a través de lo irracional, y entonces lo que parece tonto o ridículo o incomprensible puede ser una avenida interesante de exploración. Después de mirar muchas obras, uno debe preguntarse: "¿Es esto intrigante?". Si no lo es, hay que pasar a la obra siguiente. Hay una enorme producción en el arte contemporáneo. Hay que buscar la que tiene significado para uno.” ¡EUREKA! Eso es lo que queremos.

Alguien del ámbito cultural, de quien valoramos la opinión, nos dijo en la última feria: “chicas este es el evento cultural más socialista que vi en mi vida”, fue un 7.9 en la escala de Richter, al menos en mi cabeza. ¿Éramos conscientes de esto? Nunca lo habíamos pensado de esa manera, aunque sí siempre buscamos una feria basada en la horizontalidad, en el cruce, en el potenciarnos mutuamente. En Mercado Negro, dentro de un acuerdo común, cada uno muestra lo que quiere, lo monta como quiere y lo vende al precio que quiere. Nosotros ayudamos a los artistas a vender su obra en un ámbito que intenta ser agradable, ellos nos ayudan a nosotras, básicamente, a ser felices y a hacer lo que nos gusta. Viéndolo así parece un acuerdo redondo y está muy cercano a serlo. Consideramos que tenemos una visión realista y sincera de Mercado Negro: es una feria, uno de sus objetivos es la venta, quisiéramos que tanto artistas como gestores pudiéramos vivir del arte, y vivir bien. Pero no hay que confundir económico con economicista, que es un lugar en el que se embarran muchos intentos.

Para la edición 2008, como comentamos antes; surgió en el grupo la necesidad de hacer red con otras organizaciones relacionadas a la cultura. Desarrollamos charlas y debates porque estamos convencidas de que el vínculo produce retroalimentación; porque más que competir por un supuesto público, puede significar un potenciamiento mutuo, puede permitir una ampliación de las prácticas culturales de las personas que conforman nuestro público; y así todos crecemos. Habitualmente es imposible para una persona consumir/absorber toda la oferta cultural disponible en la ciudad, aunque que muchos afirmen de que acá no pasa nada. Sabemos que Córdoba explota de propuestas, masivas, alternativas, under; musicales, teatrales, barriales, literarias... Es probable de que la gente no se entere de todo lo que pasa, que nos parece lo más factible. Entonces la idea está en que una persona, que por ejemplo suele ir al cineclub municipal, estudiar francés e ir a la feria de las pulgas los domingos; quizás se sienta atraída a visitar por primera vez una feria de arte joven. Lo interesante del concepto es que esa persona, haciendo lo que habitualmente hace, se entera de otra propuesta, probablemente se tiente, va y de este modo, amplía sus prácticas culturales. Lo repetimos, así todos ganamos.

Volviendo a Mercado, a partir de la experiencia de la última feria, creemos que el hecho de dispersar las charlas por la ciudad quizás no fue la metodología más adecuada. Este año, continuando con la idea de hacer red, ya que la reflexión definitivamente es más rica si cuenta con la mirada del otro, vamos a apostar a una oferta situada en un solo lugar, que se complemente con la feria; vamos a invitar a gente que sabe hacernos pensar, que tiene mucho para dar.

Terminando.

Básicamente nuestra gestión es periférica, las 7 Hornallas somos periféricas; por presupuesto, por carencia de políticas culturales estatales, por geografía; dependiendo del lugar que se elija para mirar. Periféricas también por la problemática artística que abordamos, por las condiciones de producción de contenidos, por los destinatarios a que apuntamos; cuestiones que se suman a muchas otras situaciones y por las cuales elegimos hablar en este espacio Wikipedioso de gestión desde la periferia.

Creemos que lo más valioso de hacer es pasar por la experiencia, y no hablar desde supuestos; en particular nosotras mismas, ya que tenemos cinco miradas diferentes de los mismos sucesos, por nuestra formación, por nuestra personalidad, por nuestro propio camino. No tenemos un discurso uniforme en el seno del grupo, las dudas nos atraviesan y hacen que, en cada reunión, se nos despierten inquietudes. Creemos en la posibilidad de reflexionar sobre el hecho en sí de generar algo y de ver los resultados que se obtienen.

¿Para quién hacemos esto? ¿Por qué esforzarnos en acentuar la idea de acercar el arte al cotidiano?

Desde la periferia no está nada dado, ningún camino trazado. La aparente libertad de la carencia, sería la principal ventaja de la periferia. Lo más fructífero, es la posibilidad de re-pensar el por qué y el para qué de todas los fragmentos que forman, interactúan, posibilitan el ambiente del arte en Córdoba Capital. Dudar, aclarar -en uno mismo- las estrategias de producción y circulación artística; elegir algunas, cambiar las elegidas, replantear las adquiridas, reafirmar las transitadas.

Ya lo dijimos, siempre nos atacan las dudas o las diferencias de criterios, por eso lo volvemos a plantear, para re-pensarlo, para volver a mirarlo.

Más que las certezas, lo más movilizador en la gestión cultural en la periferia son las preguntas no respondidas de manera tajante y cerrada.



Mercado Negro[]

En Córdoba existe una variada e intensa actividad generada desde las artes visuales. Sin embargo no ha desarrollado un mercado de arte fuerte, salvo algunas excepciones como el caso de galerías de gran trayectoria. La idea de que el arte es solo para entendidos y que sólo se consigue a precios exorbitantes sigue vigente en el imaginario colectivo de los cordobeses. A su vez, la falta de espacios oficiales para el arte contemporáneo joven, obliga a este tipo de artistas a circular por espacios alternativos o independientes que en su mayoría no están lo suficientemente difundidos como para que el público general y los futuros consumidores de arte accedan.

Mercado Negro, busca generar un acercamiento entre las personas con inquietudes artísticas (pero que no acostumbran visitar galerías) y las prácticas artísticas contemporáneas, especialmente de jóvenes emergentes. También, propiciar nuevos vínculos entre artistas y de éstos con el público. De esta forma, formar redes que permitan materializar nuevos proyectos a lo largo del año.

Busca ser un espacio relajado y cálido donde ofrecer objetos artísticos originales a precios accesibles para promover el consumo de arte, facilitando la producción local y su valoración en nuestro medio.

Sostener esta actividad en el tiempo, nos parece fundamental para crear o recrear nuevos hábitos de conocimiento, acercamiento y/o consumo del arte contemporáneo. Creemos que es buen momento para abrir el juego, para crear nuevos juegos que enriquezcan tanto a los cordobeses como a los artistas que vengan desde otras partes del país. Esto permitirá desarrollar fuertes nexos de trabajo que se gesten y mantengan desde las provincias, contrarrestando el centralismo de la capital y poniendo en valor las prácticas de los artistas desde y en su contexto inmediato.

Quien asiste a Mercado Negro se encuentra con:

• Una importante cantidad de artistas argentinos jóvenes ofreciendo su obra. • Pintura, escultura, grabado, fotografía, dibujo, cerámica, objeto, libros, video. • Intervenciones teatrales, literarias, de danza, musicales. • Charlas y conferencias con reconocidas personas del campo artístico, tanto para "entendidos" como para público en general.



Colectivo Siete Hornallas[]

6 regias chicas y un fantasma supo ser nuestra definición de grupo, también desde hace cuatro años somos un colectivo de gestión cultural con una forma de trabajo bastante particular. Queremos hacer cosas diferentes, sinceras, divertidas, llenadoras, que nos den plata para vivir de esto. Esto es una síntesis de nosotras, el resto sería puro blabla.

Últimos eventos realizados[]

• No se maten! es un remate. Subasta de Arte Joven. Junio 2009. Córdoba. • Mercado Negro. Feria de Arte Joven. Diciembre 2008. Córdoba. • Sanguche de Diente de León. Un recital masticable. De la banda cordobesa Diente de León. Noviembre 2008. Córdoba. • Meeting cerámico. Intervención de platos por artistas cordobeses. Sorteo 1 plato 1 número. Octubre 2008. Córdoba.

Saben Hacer[]

• Desarrollo y producción de proyectos culturales • Venta de obras de arte • Arte Rotativo para oficinas y espacios comerciales • Merchandising artístico a medida • Gestión de prensa para actividades y/o eventos artísticos y culturales


Contacto[]

7 Hornallas Gestión Cultural sietehornallas@hotmail.com www.sietehornallas@blogspot.com

Ana Roldán | ceramista y profesora de cerámica | (0351) 153 990 087 Laura Gelerstein | gestora de prensa | (0351) 155 132 083 Lorena Pereyra | comunicadora y publicista | (0351) 155 647 768 Mariana Roldán | actriz y profesora de teatro | (0351) 153 315 859 Victoria Robles | artista y profesora de plástica | (0351) 156 515 219

Algunas fotografías de Mercado Negro[]

Feria 5

Feria 4

Feria 3

Feria 2

Feria 1

Subsuelo

Segundo piso

Terraza 2

Sala chica

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